Sapo Crestado Común Peltophryne guentheri

El sapo crestado común (Peltophryne guentheri) o Gunther’s Caribbean toad o Southern crested toad es una especie endémica de sapo de la familia Bufonidae. Habita en bosques secos e húmedos, cerca de estanques o pantanos de agua dulce. Es más común en el Valle de Neiba, el Valle de San Juan y el Valle del Cibao en la República Dominicana y el Plaine de Cul de Sac en Haití.

Es un sapo de tamaño medio con una longitud máxima de 10 centímetros. Los machos son más grandes que las hembras.

Los adultos presentan crestas cerebrales muy pronunciadas, un hosico prominente, y un dorso cubierto por verrugas e protuberancias espinosas. Su coloración dorsal es verde amarillento o verde grisáceo con manchas oscuras. La parte inferior es de color blanco o gris. El iris de sus ojos es negro con un poco de dorado. Poseen glándulas parótidas detrás del tímpano por las cuales secretan una sustancia lechosa muy tóxica.

El sapo crestado común se alimenta de insectos y pequeños invertebrados.

Se reproduce todo el año, pero es más común entre los meses de julio y septiembre. Durante este tiempo, los machos llaman a las hembras debajo de las piedras y vegetación cerca de pequeñas charcas y zonas inundadas.

El sapo crestado común está amenazado por pérdida de hábitat.

Conoce la Fauna de la Isla La Española:

Boa de la Hispaniola. También conocida como la culebra jabá, es la más grande de las especies de serpientes que habitan en nuestra isla. Los adultos pueden llegar a medir entre dos a dos metros y medio de longitud. Su coloración dorsal puede ser marrón pálido, gris o rojo oscuro y presenta manchas anguladas de color canela, gris o marrón con bordes negros.

Iguana Rinoceronte (Cyclura cornuta). Habita en las regiones rocosas o costeras, y bosques secos y espinosos. Como otras especies de iguanas, tiene una cabeza robusta, fuertes piernas y un cuerpo pesado. Se debe su nombre a sus escamas cónicas o cuernos que exhiben los machos en la parte superior del hocico. Es una especie amenazada debido a la caza indiscriminada y la destrucción de su hábitat.

Foto: Cristian Marte – Museo Nacional de Historia Natural