Conflicto-Familiar

La Navidad se publicita como una época muy hermosa para compartir, y es cierto que la alegría se siente en el ambiente.

Pero, ¿es para todos una agradable temporada?

Por más feo que suene, no a todos les resulta grato compartir con su familia o los compañeros de trabajo. En algunas ocasiones existen conflictos que salen a relucir en el compartir y el temor de que se dé un roce o un momento desagradable causa predisposición.

Por esta razón, la Navidad pasa a ser una obligación para muchas personas, y no necesariamente debe ser así.

Una alternativa es organizar un compartir íntimo días antes de las fechas festivas con las personas más cercanas y queridas, no para cumplir compromisos. Asegúrese de que estén presentes solo las personas que no le causan estrés.

Acudir a las reuniones familiares no es obligatorio, si no se siente a gusto y solo le causan malestar, mejor no acuda. Aproveche esta época para organizar un viaje de vacaciones o realizar cualquier otra actividad que tenga tiempo anhelando hacer.

Si una situación familiar o del ambiente laboral lo atormenta, esta es una buena época para sentarse a hablar con esa persona o escribirle una carta aclarando el tema que les causa conflicto. Si pueden resolver las diferencias, se va a sentir mucho más ligero.

Poner límites a los familiares es necesario; esto le va a evitar muchos malos ratos en reuniones en los que les hagan comentarios o preguntas incómodas que lo presionen.

Se respetuoso con las creencias y costumbres navideñas de tu pareja; trata de mantenerte en armonía.

Algunos problemas familiares son tan profundos y demasiado complejos que solo un profesional puede resolverlos. Busque ayuda de un terapeuta que puede ayudarle a descubrir cómo tratar con el familiar o puede ofrecer sugerencias en las que usted no pensó. También hay libros sobre relaciones familiares que pueden ayudar o puedes unirte a un grupo de apoyo.

Cinco Pasos para Aprender a Perdonar

Cuando alguien te traiciona o lastima profundamente tus sentimientos, es muy difícil considerar el perdón; sin embargo, este es un ejercicio que todos los seres humanos deben aprender a realizar, pues perdonar ayuda significativamente la salud emocional.

No importa que la persona que te ofendió quiera ser perdonada o no, ni siquiera es necesario que esa persona se disculpe; el perdón es algo que debes ofrecer para sentirte bien contigo mismo.

1. Para perdonar necesitarás tiempo; el perdón no lo puedes ofrecer tan pronto las cosas sucedan, debes permitirte asimilar lo sucedido y sentirte preparada para dar el paso de perdonar.

2. Analiza lo sucedido con calma, sin pasión, intenta ser lo más objetiva que puedas, e incluye en tu análisis si tuviste algún grado de responsabilidad en lo sucedido; así, si te tienes que perdonar, también lo hagas.

3. Vive tu dolor, no es sano ocultar que te sientes mal, que te han lastimado; llora lo que sea necesario, hasta que te sientas mejor y lista para dar el siguiente paso.

4. Una vez sientas que tus emociones se van nivelando, busca buenas compañías, distráete, haz cosas que disfrutes, retoma tu ritmo de vida.

5. Perdona, si te es posible, déjale saber por algún medio que le has perdonado; si no, solo escribe una carta en la que le dejes saber todo lo que sientes, aunque no la envíes. Lo importante es liberarte, perdonar.

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