Tormenta Eléctrica

La astrafobia o el miedo a los truenos, relámpagos y tempestades es un temor común entre los niños, y no debe ser reconocida inmediatamente como una fobia a menos que persista durante seis meses o más.

Astrafobia puede causar síntomas que son similares a los de otras fobias: sudoración, escalofríos y hasta llorar justo antes o durante una tormenta eléctrica. Los síntomas a menudo se acentúan cuando estás solo.

Muchas personas con astrafobia cierran las cortinas e intentan bloquear los sonidos de la tormenta. Además, pueden buscar refugio más allá de la protección normal de la tormenta, como ir en lugares sin ventanas como el sótano, un cuarto de baño o un armario, o ocultarse debajo de la cama.

Otro síntoma bastante común es la obsesión con los reportes meteorológicos. La persona puede desarrollar una incapacidad para realizar actividades fuera de su casa sin comprobar antes los informes meteorológicos. En casos extremos, la astrafobia puede conducir eventualmente a la agorafobia o miedo a salir de la casa.

La astrafobia en los niños puede ser tratada calmando los temores de su hijo, manteniendo la calma usted mismo. Si tienes miedo de las tormentas, su hijo se dará cuenta de tu nerviosismo. Tranquilizaló y distrailó para ayudarlo a superar este miedo, realizando rutinas de día de lluvia como ver películas o jugar juegos de mesa.

Astrafobia es tratable, por lo que es importante consultar con un profesional de salud mental tan pronto como sea posible. Hay técnicas de terapia cognitivo-conductual que son utilizadas a menudo en el tratamiento de la astrafobia. Se le enseñan métodos de relajación y ejercicios de visualización para calmar sus temores durante las tormentas.

Los perros y gatos también pueden exhibir severa ansiedad durante las tormentas eléctricas. Si tu mascota está ansiosa durante una tormenta o cualquier evento similar, se aconseja simplemente continuar comportándose normalmente en vez de intentar consolar a los animales.

Otras Fobias Comunes:

Acrofobia (Miedo a las Alturas). El miedo a las alturas puede llevar a ataques de ansiedad y evitación de lugares altos. Dependiendo de la severidad de la fobia, una persona acrofóbica puede igualmente temer estar en un piso alto de un edificio o simplemente subir una escalera. La víctima puede comenzar instintivamente a buscar algo a que aferrarse.

Ofidiofobia (Miedo a las Serpientes). El miedo a las serpientes es la subcategoría más común de la herpetofobia (miedo a los reptiles), y a menudo se atribuye a causas evolutivas, experiencias personales o influencias culturales. Las víctimas no sólo tienen miedo a tocar una serpiente, pero también muestran miedo cuando ven imágenes de serpientes.

Aracnofobia (Miedo a las Arañas). El miedo a las arañas tiende a afectar más a las mujeres que a los hombres. Las víctimas generalmente temen a las telarañas y otras señales de que una araña puede estar cerca. Hacen grandes esfuerzos para asegurarse de que no estén expuestos a una araña, como evitando actividades como senderismo o campamento.