La mayoría de las personas asocian sus emociones y estado anímico a las melodías de piezas musicales. Con tan solo escuchar una canción podemos viajar por el tiempo y recordar vivencias, personas y lugares. Asimismo, podemos reír, llorar, bailar y reflexionar con determinada canción. Estas afirmaciones comprueban que la música tiene efectos sobre las personas.

Esa precisamente es la función de la musicoterapia, una técnica utilizada para cambiar el estado anímico de las personas y para restaurar las funciones del individuo de manera que este pueda mejorar su calidad de vida emocional.

Desde la niñez, el escuchar buena música tiene efectos positivos sobre las personas, incluso desde que los niños están en el vientre de la madre. Cuando la mujer embaraza escucha una música estimulante, el feto la escucha y se nutre de los estímulos audibles.

Especialistas aseguran que en los niños la musicoterapia ayuda significativamente. Esta técnica es ideal para niños que presentan:

• Dificultades en el aprendizaje.

• Problemas de conducta.

• Necesidades educativas especiales.

• Dificultades en la socialización.

• Trastornos médicos crónicos y/o degenerativos (cardiopatías, problemas de dolor), debido a que estimula la secreción de dopamina.

Es necesario que se emplee la música apropiada para cada caso, por lo que se hace necesaria la intervención de un especialista.