La Boa de la Hispaniola: La Serpiente Más Grande de la República Dominicana
La boa de la Hispaniola (Epicrates striatus), también conocida como la culebra jabá, es una especie de serpiente de la familia Boidae (boas), y es endémica de las Bahamas, islas Bimini y la Española.
Es la más grande de las especies de serpientes que habitan en nuestra isla.
Es inofensiva y tiene un importante papel en nuestro medio ambiente, ya que sirve como control biológico de plagas en la agricultura.
Los adultos pueden llegar a medir entre dos y dos metros y medio de longitud. Los machos son más pequeños que las hembras. Su coloración dorsal puede ser marrón pálido, gris o rojo oscuro, y presenta manchas aovadas o anguladas de color canela, gris o marrón con bordes negros.
Las boas habitan en diferentes entornos en nuestra isla, pero son más comunes en pinares, bosques tropicales de densa vegetación, terrenos de hierbas altas y cuevas. Como son buenos nadadores, también viven cerca de ríos y estanques.
Son animales nocturnos, y durante el día permanecen ocultos en montos de vegetación, troncos huecos, grietas de piedra de cal o las ramas de los árboles. Se alimentan de pequeños vertebrados como roedores, lagartijas y pequeñas aves.
Las crías nacen dentro de huevos dentro de la madre, y después de un periodo de gestación de 190 a 215 días, salen a través de la cloaca. Una hembra puede tener más de 25 crías en un nacimiento.
Otras Especies de Serpientes de la República Dominicana:
Uromacer catesbyi – Culebra Verde de la Hispaniola. Esta serpiente arborícola tiene una longitud promedio de 80 a 85 centímetros, pero en ocasiones se han encontrado especímenes que superan el metro de longitud. Es un cazador activo que se alimenta de pequeños vertebrados como lagartijas, ranas y pichones de ave.
Haitiophis anomalus – Culebra Corredora de la Hispaniola. Una de las serpientes más grandes de la familia Dipsadinea, cuyos adultos pueden alcanzar una longitud máxima de dos metros. Si son acorraladas o acercadas demasiado, presentan varios comportamientos defensivos, como aplanar las vértebras de la cabeza («capucha»).