Comer por Ansiedad: Cada Vez Es Más Común
El estrés y la ansiedad los experimentan todos los seres humanos; la forma de canalizarlos, muchas veces, se convierte en un gran problema. La manera más común de drenar estos sentimientos es comiendo.
Comer por ansiedad es un mal padecido por muchos y cualquiera es propenso a sufrirlo.
Quien come por ansiedad regularmente no siente deseos de desayunar o almorzar; sin embargo, en las horas de la tarde, comienza a comer de manera descontrolada.
Curiosamente, cuando el voraz apetito se despierta, lo que se desea consumir son carbohidratos; la energía que esto proporciona suele causar el efecto de felicidad en quien lo consume.
Cuando una persona sufre un ataque de ansiedad, puede llegar a comer sin lograr sentirse satisfecho, y no parar.
Consejos para Controlar la Ansiedad por Comer
Tener ansiedad es una de las sensaciones más desagradables, pues no hay nada que parezca poder complacerte; te sientes angustiado, con temor, preocupado, incapaz de relajarte o concentrarte.
Buscar una manera de remediar este sentir no es tan difícil, pues con dos cosas tan sencillas como la comida y el ejercicio puedes obtener la respuesta.
Una de las cosas más comunes cuando sientes ansiedad es comer de manera impulsiva, lo cual puedes controlar sin enloquecer, tomando la sencilla medida de preparar pequeñas meriendas de alimentos sanos, como frutas, nueces, yogurt, etc.
No esperar largos períodos de tiempo para comer te ayudará mucho más a mantener el control; merienda entre comidas con lo que te prepares en casa.
Prepara para tu desayuno, almuerzo y cena alimentos que sean de tu agrado pero saludables, así los ataques de ansiedad no terminarán dejando además unas libras de más.
Una alimentación sana y balanceada mantendrá tu cuerpo en mejor estado y te será mucho más fácil obtener respuesta de él cuando necesites controlar la ansiedad.
Por otro lado, el ejercicio es el antídoto por excelencia para remediar este mal; al ejercitarte, liberarás positivamente ese impulso que te da la ansiedad y que no encuentras como remediar.
Libera endorfinas, las hormonas que te hacen sentir feliz, y la sensación de bienestar es prácticamente inmediata.
Si a tu sesión de ejercicios le agregas música, lograrás distraer la mente y lograrás desprenderte de eso que te causa la ansiedad.
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