Aprende Todo sobre las Mascarillas Faciales
Cuando se trata de tu piel, todos los cuidados que le tengas serán los responsables de que luzcas bella y saludable. Si hablamos de tu rostro, una limpieza profunda, hidratación o humectación son ideales para mantenerte fresca y radiante. Pero además de eso, de vez en cuando es importante aplicar tratamientos faciales o mascarillas, que aporten más beneficios a tu piel.
Antes de aplicarte una mascarilla debes saber cómo hacerlo adecuadamente. La mascarilla debe aplicarse con movimientos rotativos, hacia arriba y en dirección a los músculos de la cara. simismo, una vez que la hayas dejado actuar el tiempo suficiente, retírala con agua a temperatura ambiente o tibia. Si quieres, puedes hacerlo de manera suave con una esponja para el rostro.
Un buen punto a tu favor cuando te pongas una mascarilla es que la dejes actuar sobre tu rostro tranquilamente, preferiblemente recostada y en silencio, con alguna música que te guste o algún libro a mano.
A continuación te dejamos algunas mascarillas para cada tipo de piel:
Para Piel Seca: Si tu piel tiene un cutis con textura fina, poros pequeños y una sensación de tirantez, sobre todo después de lavar el rostro. En estos casos, son recomendables las siguientes mascarillas:
De yogur y miel: colocar en un recipiente tres cucharadas pequeñas de yogur natural, una yema de huevo y media cucharadita de miel. Mezclar hasta formar una masa consistente y extender sobre la piel. Dejar actuar durante media hora.
De aguacate: cortar n aguacate, extraer la pulpa y aplastarla hasta dar con una mezcla cremosa. Agregar unas gotas de aceite de oliva virgen. Dejar actuar durante 30 minutos.
De huevo y miel: ideal para hidratar tu rostro. Mezcla media cucharadita de miel y la yema de un huevo hasta formar una masa. Dejar actuar durante 20 minutos.
En las pieles secas, es recomendable aplicar la mascarilla solo una vez por semana. La mascarilla de yema de huevo ayudará a equilibrar el cutis, la mantequilla le brinda suavidad, mientras que el plátano es un buen regenerador celular.
Piel Mixta: En estos casos, la nariz, barbilla y frente son las partes más delicadas, que usualmente presentan pequeños puntos negros mientras que el resto del rostro es seco. En este tipo de piel, son ideales las máscaras de:
Miel: preparar la miel a baño María, añadiendo un poco de agua caliente. Una vez que haya enfriado, extender sobre el rostro con masajes circulares.
Limón y aguacate: Aplastar un aguacate y combinalo con la clara de un huevo hasta que parezca una espuma. Mezclar hasta lograr una masa consistente y, luego, agregar una cucharada de zumo de limón.
Piel Grasa: Se trata de una piel propensa a tener poros dilatados, puntos negros y acné. Prueba con las siguientes mascarillas:
De fresas: triturar con un tenedor 7 fresas maduras hasta obtener una masa consistente. Añadir 1 clara de huevo batida. Mezclar todo y colocar sobre el rostro. Cuando la mascarilla esté seca, retirar con algodón embebido con agua tibia y luego fría.
De avena: reparar tres cucharadas de harina integral de avena. Filtrar el líquido que se desprenda y poner sobre el rostro. Dejar actuar por media hora.
De tomate: aplicar rodajas de un tomate mediano sobre el rostro y dejarlas por 15 minutos. Retirar con agua fresca.
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