Té VerdeEl 21 de mayo se celebra el Día Internacional del Té con el objetivo de aumentar la conciencia pública sobre la importancia de esta planta para acabar con la pobreza en el mundo.

En 2019, la Asamblea General de Naciones Unidas hizo oficial el Día Internacional del Té. En esta fecha, se busca maneras para garantizar mejores niveles de vida para los pequeños productores y protejer los derechos de los trabajadores que dependen de la comercialización del té.

El té es una bebida aromática que se elabora vertiendo agua caliente sobre las hojas de la planta Camellia sinensis. Después del agua, el té es la bebida más consumida en el mundo.

El consumo de té data del siglo III dC. Se popularizó como una bebida recreativa durante la dinastía china Tang. Su consumo se extendió posteriormente a otros países de Asia oriental, y luego sacerdotes y comerciantes lo introdujeron en Europa durante el siglo XVI.

Durante el siglo XVII, beber té se puso de moda entre los ingleses, quienes levantaron plantaciones de té a gran escala en la India británica.

Aunque se han hecho numerosas afirmaciones sobre los beneficios significativos del consumo de Camellia sinensis como una bebida común, no hay evidencia científica sólida que indique que beber té afecta alguna enfermedad o mejora la salud además del posible aumento del estado de alerta causado por la cafeína en las hojas.

Hay tres tipos principales de té:

Té Negro. El término occidental proviene del color de la hoja de té, mientras que en algunas partes del mundo como China, se le llama té rojo por el color del líquido. A menudo tiene un sabor más fuerte que otras variedades de té. También tiene más cafeína. Por lo general, es el tipo de té más preferido en el Occidente.

Té Oolong. Un té chino tradicional que es especialmente popular en el sur de China, es producido a través de un proceso que incluye marchitar la planta bajo un fuerte sol y oxidación antes de rizar y torcer. Su contenido de cafeína variará según el entorno natural y el momento en que se arranca la hoja y los procesos de producción.

Té Verde. Tiene su origen en China, y desde entonces su producción y fabricación se ha extendido a otros países del Este de Asia. Es popular en China, Taiwán, Hong Kong, Japón, Corea y el Medio Oriente, y recientemente es bebido más ampliamente en el Occidente. Existen varias variedades de té verde, que difieren sustancialmente según las condiciones de cultivo, los métodos hortícolas, el proceso de producción y el momento de la cosecha.

Beneficios de tomar té

Antioxidantes: El té, especialmente el verde, contiene una gran cantidad de antioxidantes como los polifenoles, que ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo y protegen las células del envejecimiento prematuro y de enfermedades crónicas.

Mejora la digestión: El té de menta o el té de jengibre son conocidos por ayudar a aliviar problemas digestivos como la indigestión o los gases. Además, el té verde también puede ayudar a acelerar el metabolismo, lo cual es beneficioso para una digestión saludable.

Controla el peso: El té verde, en particular, es conocido por sus propiedades para ayudar en la quema de grasas y la pérdida de peso, debido a su capacidad para aumentar la termogénesis (la producción de calor en el cuerpo).

Mejora la salud cardiovascular: El consumo regular de té, especialmente té verde, puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) y mejorar la circulación, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.

Aumenta la concentración: El té negro y el té verde contienen cafeína, aunque en menor cantidad que el café, lo que puede ayudar a mejorar la alerta mental y la concentración sin los nervios que puede causar el café en algunas personas.

Propiedades antiinflamatorias: El té de cúrcuma o el té verde tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y aliviar condiciones como la artritis.

Relajante: El té de manzanilla o el té de lavanda son conocidos por sus propiedades calmantes. Tomarlos puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad, promoviendo un estado de relajación.

Fortalece el sistema inmunológico: Algunos tés, como el té de equinácea o el té de jengibre, son conocidos por fortalecer el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a defenderse contra resfriados y otras infecciones.

Hidratación: Aunque el té contiene cafeína, en cantidades moderadas no deshidrata, por lo que es una excelente opción para mantenerse hidratado.

Mejora la salud de la piel: Algunos estudios sugieren que el té verde puede ayudar a mejorar la salud de la piel, reduciendo la aparición de acné y mejorando el tono de la piel gracias a sus propiedades antioxidantes.

El consumo de té es una forma natural y sabrosa de cuidar tu salud, pero es importante recordar que, como todo, debe tomarse con moderación y como parte de una dieta equilibrada. ¿Tienes un tipo de té favorito o te gustaría probar uno nuevo?

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