El Día Mundial de la Serpiente se celebra el 16 de julio con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de estos animales que tienen un gran valor en el equilibrio natural.

Las serpientes son reptiles con cuerpos largos y estrechos y sin patas. Su cuerpo está cubierto de escamas que les protegen y les ayudan a moverse y trepar a los árboles. Las escamas tienen colores que pueden ser para camuflajarse o dar advertencia. Las serpientes necesitan mudar su piel con regularidad mientras crecen.

Pueden ver bastante bien y su lengua bífida funciona como un órgano sensorial. Son muy sensibles a las vibraciones del suelo y algunas serpientes pueden detectar animales de sangre caliente mediante receptores especiales sensibles a los infrarrojos.

Hay al menos 3400 especies de serpientes. Varían en tamaño desde pocas pulgadas de largo (serpiente de hilo de Barbados – Tetracheilostoma carlae) hasta más de 22 pies de largo (pitón reticulada – Malayopython reticulatus). La mayoría de serpientes viven en los trópicos, y pocas especies viven más allá del Trópico de Cáncer o del Trópico de Capricornio. Se encuentran en todos los continentes (excepto en la Antártida), en el mar, los bosques, los desiertos, las praderas e incluso en ciudades.

De las especies de serpientes que existen en el mundo, menos del 25 por ciento de las serpientes son venenosas y el veneno lo utilizan principalmente para matar y someter a sus presas más que para defenderse. Sólo hay 200 especies venenosas que suponen un riesgo considerable para la vida humana. A menos que estén asustadas o heridas, las serpientes normalmente no atacan a los humanos y la mayoría prefieren evitar el contacto y no enfrentar a los humanos.

Todas las serpientes son carnívoras. Comen muchos animales diferentes, incluidos insectos, pequeños roedores y ranas. Las serpientes más grandes pueden incluso comerse pequeños ciervos, cerdos e incluso primates. Las serpientes venenosas inyectan veneno a lo largo de las ranuras de sus dientes, mientras que las no venenosas tragan vivas a sus presas o las matan por constricción.

Las serpientes tragan la comida entera y no pueden masticarla. Muchas especies tienen cráneos con muchas más articulaciones que les permite tragar presas mucho más grandes que sus cabezas. La garganta, el estómago y los intestinos también pueden expandirse de la manera más extraordinaria. Algunas serpientes pueden pasar hasta seis meses sin una buena comida.

A pesar de su reputación negativa, estos reptiles contribuyen significativamente a muchos ecosistemas alrededor del mundo. Se encargan de controlar las poblaciones de muchos animales pequeños como roedores e insectos que amenazan las siembras y cosechas y causan la propagación de enfermedades y plagas que ponen en peligro la salud de los seres humanos. También sirven como fuente de alimento para una variedad de animales y son indicadores de un ecosistema bien equilibrado y prospero.

Algunas serpientes venenosas han contribuido a avances médicos. Su veneno ha sido utilizado en investigaciones y el desarrollo de diversos medicamentos como anticoagulantes y tratamientos para la presión arterial alta.

Las serpientes están amenazadas por muchos de los mismos problemas que afectan a toda la vida silvestre como la pérdida de hábitat y el cambio climático, y las actitudes negativas hacia las serpientes a menudo impiden los esfuerzos para su preservación.

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