Bienvenidos a la Reserva Natural Masái Mara de Kenia
Ningún viaje a Kenia estaría completo sin una visita a la Reserva Nacional de Masái Mara.
Situado en la región suroeste del país africano y con área de más de 1,500 kilómetros cuadrados, Masái Mara es la continuación natural de las praderas herbáceas del Parque Nacional de Serengueti en Tanzania donde habita una rica diversidad de vida salvaje.
Su nombre proviene de la tribu Masái que habita en esta región, y el río Mara que atraviesa la frontera de Kenia y Tanzania.
La reserva fue inaugurada en 1961 para la preservación de la fauna de esta región tras años de matanzas indiscriminadas por cazadores extranjeros que han dejado varias especies endémicas en riesgo de extinción. Masái Mara es mejor conocido por uno de los eventos naturales más impresionantes del mundo: la gran migración de rebaños de ñús que se desplazan entre Kenia y Tanzania en busca de mejores pastos.
Flora y Fauna
El paisaje de Masái Mara es de verdad impresionante. Desde noviembre hasta junio, las abundantes lluvias mantienen la riqueza de las praderas herbáceas y aseguran suficiente alimento para los grandes rebaños de ñús, búfalos, cebras, impalas y antílopes. Densos matorrales y árboles de acacias son visibles en las suaves colinas de las planicies. Las oscuras aguas del rió Mara son el lugar preferido de los hipopótamos para revolcarse. Masái Mara también es el hogar de leones, guepardos, elefantes, jirafas, hienas manchadas, rinocerontes negros y más de 450 especies de aves.
La Gran Migración
Cada año, miles de turistas llegan a Masái Mara para contemplar el soberbio espectáculo de la gran migración. A partir de julio, los grandes rebaños migratorios de ñús, cebras y gacelas de Thomson se mueven hacia el norte y oeste desde las praderas del Serengueti en busca de hierba fresca, y vuelven a regresar en octubre. Al llegar a las orillas del rió Mara, estos animales arriesgan sus vidas al atravesar el rió plagado de enormes cocodrilos del Nilo. Muchos animales, en especial los más jóvenes, mueren aplastados o ahogados por las corrientes.