El Pino Criollo: El Árbol Más Abundante de la Republica Dominicana
El pino criollo (Pinus occidentalis) o Hispaniolan pine es una especie endémica de la familia Panaceae. Es una especie predominante en los bosques de pino en la República Dominicana y Haití.
Es un árbol de tamaño mediano. Presenta una altura de 20 a 30 metros con una corona abierta. El tronco es recto y puede tener un diámetro de hasta dos metros. Las hojas de aguja son de color verde oscuro, y miden entre 11 a 20 centímetros de largo.
Como es una especie monoica, produce conos masculinos y femeninos en el mismo árbol. Estos conos de color marrón brillante son de 5 a 6 centímetros de largo con una espina pequeña en cada escala apuntando hacia delante. Estos maduran en unos 18 meses y se abren para liberar sus semillas aladas de 4 a 5 milímetros de largo.
El pino criollo es muy común en áreas elevadas o montañosas de hasta por encima de los 2100 metros de altitud, incluyendo en la cumbre del Pico Duarte. El pino criollo también crece en los bosques húmedos de diferentes tipos de suelos y ambientes.
Su madera es de buena calidad y tradicionalmente ha sido utilizada en la fabricación de muebles, combustible y extracción de resina.
Otras Especies de Pino En la República Dominicana
Pino del Caribe (Pinus caribaea): Originario de América Central y el Caribe (Cuba, Bahamas, etc.). Crece bien en zonas bajas y regiones costeras. Se utiliza en proyectos de reforestación y para la producción de madera y resina.
Pino Ellioti (Pinus elliottii): Nativo del sureste de los Estados Unidos, pero introducido en la República Dominicana. Crece rápido y se utiliza para la silvicultura comercial y el control de la erosión.
Amenazas a los Bosques de Pinos
Deforestación debido a la agricultura, la tala ilegal y la expansión urbana.
Incendios forestales que son a menudo causados por la actividad humana y el cambio climático.
Introducción de plantas competidoras y plagas que pueden amenazar los bosques.
Esfuerzos de Conservación de los Bosques de Pinos
Apoyar a los parques y reservas nacionales como el Parque Nacional José del Carmen Ramírez y el Parque Nacional Armando Bermúdez que ayudan a conservar los bosques de pinos.
Apoyar los proyectos de reforestación del gobierno y los grupos ambientalistas para restaurar los bosques degradados.
Reforzar las prácticas forestales sostenibles.