Una verdadera riqueza natural de cualquier parte del mundo son los ríos, por lo necesaria que es su agua dulce para la vida cotidiana, la agricultura y la supervivencia. República Dominicana es muy privilegiado en este sentido.

Entre los principales ríos dominicanos se cuenta:

Río Yuna: El segundo río más largo de la República Dominicana (210kilómetros) Se forma en la Cordillera Central y fluye por el fértil Valle del Cibao hacia la Bahía de Samaná.

Es de gran importancia económica como fuente de riego para el cultivo de arroz.


Río Nizao: Inicia en la Cordillera Central y fluye al Mar Caribe.

Es uno de los ríos más importantes del país posee cuatro presas (Jigüey, Aguacate, Valdesia y Las Barías) que son vitales para la generación hidroeléctrica, el riego de cultivos agricolas y agua potable para el consumo humano.


Río Ozama: Este río caudaloso que inicia en la Sierra de Yamasá y fluye hacia el Mar Caribe, divide la ciudad capital de Santo Domingo en mitades oriental y occidental.

La cuenca está muy contaminada por desechos industriales y aguas residuales.


Río Mao: Inicia en la Cordillera Central y fluye hacia el Río Yaque del Norte, y es compartido por las provincias Santiago Rodríguez, Santiago y Valverde.

Además de su importancia al desarrollo agricola de la región, es uno de los ríos más visitados por amantes de actividades acuáticas.


Río Yaque del Norte: El río más largo de la República (295 kilómetros) inicia en la Cordillera Central y fluye hacia el Océano Atlántico. Es en su mayoría poco profundo, cuya navegación se limita a pequeñas embarcaciones.

Durante la temporada de llevia, el río crece considerablemente, causando inundaciones en algunos lugares.

Es de gran importancia económica para gran parte del Cibao, ya que impulsa el desarrollo agrícola, en particular la industria arrocera. A lo largo de los años, se han construido acueductos, canales y presas para la producción de energía eléctrica, la irrigación de zonas agrícolas y el consumo del pueblo dominicano.


Río Yaque del Sur: Este río inicia en el Parque Nacional José del Carmen Ramírez en la Cordillera Central y fluye hacia la Bahía de Neiba (Mar Caribe).

No es un río navagable, excepto por embarcaciones pequeñas.

El río impulsa el desarrollo agrícola de los valles de San Juan y Neiba, y el llano de Azua. Además, sus aguas son utilizadas para la producción de energía eléctrica y el consumo del pueblo dominicano.


Río Camú: El principal río de la provincia La Vega, inicia en la Cordillera Central y fluye hacia el Río Yuna.

El Río Camú fue utilizado a principios del siglo XIX para transportar mercancías y alimentos en la región del Cibao.


Río Chavón: Ubicado en la parte este de la República Dominicana, este río caudaloso ha tenido una gran historia desde tiempos coloniales.

Algunas partes de este río sirvieron para el rodaje de películas como Apocalypse Now (1972), Rambo: First Blood (1985) y Jurassic Park (1993).


Río Dajabón: Uno de los ríos más emblemáticos del país forma parte de la frontera internacional entre la República Dominicana y Haití.

Es también conocido como el «Río Masacre», ya que fue el lugar de la matanza de 30 bucaneros franceses por colonizadores españoles en 1728. y el masacre genocida de la población haitiana de 1937.


Consejos de Medioambiente: ¿Cómo Proteger los Ríos?

Prevenir la contaminación del agua. Evite tirar basura y participe en la limpieza de los ríos. No arrojar productos químicos, aceite o basura en los desagües o ríos. Limita los pesticidas y fertilizantes que pueden llegar a los ríos y dañar la vida acuática. Elija jabones, detergentes y artículos de cuidado personal biodegradables.

Conserve el agua. Reducir el uso de agua en el hogar ayuda a mantener los niveles de los ríos. Repare las fugas para evitar el desperdicio innecesario de agua. Recolecte agua de lluvia para riego en lugar de extraerla de los ríos.

Proteja las riberas de los ríos y los ecosistemas. Plante árboles y vegetación que evitan la erosión del suelo y filtran los contaminantes. Apoye la conservación de los humedales que actúan como filtros naturales para el agua de los ríos. Evite la construcción excesiva y la deforestación que dañan los ecosistemas fluviales.

Abogué por políticas sostenibles que limiten la contaminación industrial y agrícola. Participe en campañas locales de limpieza para proteger y restaurar los ríos.