Microsiestas

Casi todos hemos sido víctimas de las llamadas microsiestas. Nos hemos quedado dormidos mientras vemos la televisión, leemos un libro o mientras escribimos algún texto. Pero cuando el sueño en esa forma ataca mientras manejamos, la historia puede que no termine entre almohadas y sofá.

Un sinnúmero de accidentes de tránsito ocurren en todo el mundo a causa de las microsiestas, un peligro latente especialmente para los conductores. Las microsiestas no son más que episodios de sueño poco profundo que duran entre cinco y diez segundos.

El cerebro se adormece involuntariamente y esto es más probable en situaciones de monotonía. Las personas se despiertan de repente, con frecuencia de un tirón. Los párpados comienzan a caerse y la persona comienza a perder contacto con la realidad.

Estos despertares abruptos son lo que les recuerdan a las personas que se durmieron, ya que el cerebro no registra estas siestas tan breves. Para que el cerebro recuerde que ha dormido, la persona debe dormir por más de un minuto o dos.

Las microsiestas son causadas por fatiga. Si no se hace nada frente a estos episodios, comienzan a ser más frecuentes hasta que la persona cae en un sueño prolongado. Los conductores son particularmente susceptibles a este problema, ya que manejar puede ser una actividad bastante monótona.

El riesgo es mayor en las tardes, cuando el cuerpo experimenta un bajón de energía, y durante la noche, cuando por lo general las personas duermen.

Según médicos expertos del sueño, aunque recomiendan la cafeína, advierten también que sólo tiene efecto en unos 20 minutos, así que lo mejor es echarse una siesta de unos 15 minutos, tomarse cinco minutos más para despertarse bien y luego continuar el viaje.

Cómo No Tener Sueño

La deshidratación básica es una de las principales causas de la fatiga. Beba más agua. Beba un vaso de agua tan pronto como se despierte por la mañana para poner en marcha su metabolismo y continúe bebiendo varios vasos a lo largo del día.

El agotamiento puede ser el mensaje de que tu cuerpo necesita energía en forma de alimentos. En lugar de consumir tres comidas grandes al día, intenta comer de 5 a 7 comidas más pequeñas a lo largo del día. Esto evitará que tus niveles de azúcar en sangre se desplomen y le proporcionará a tu cuerpo más vitaminas y nutrientes que necesita para mantenerse concentrado.

Beber más de 2 o 3 tazas de café al día no aumenta tu energía, y hacerlo después del mediodía empeorará tu calidad de sueño más tarde en el día. Ajusta tu consumo de cafeína. Intenta hacerlo antes de la hora del almuerzo.

Añadir actividad física a su rutina limitará su agotamiento. Haga ejercicio con más frecuencia para hacer circular la sangre.

La exposición a la luz solar aumenta tus niveles de vitamina D, lo que te da un impulso de energía. Si tienes la suerte de que haga buen tiempo, toma un poco de sol.

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