Algo que hace muy peculiar al dominicano, son sus creencias, las cuales forman parte del pueblo, de su gente, y ciertas o no, muchos dominicanos respetan dichas creencias, algunos porque realmente lo creen, otros por miedo a que puedan suceder.
Si comes en un caldero, lloverá cuando te cases; si te dejas barrer los pies, te casarás con un viejo y si abres un paraguas dentro de una casa no te casarás.