Algo que hace muy peculiar al dominicano, son sus creencias, las cuales forman parte del pueblo, de su gente, y ciertas o no, muchos dominicanos respetan dichas creencias, algunos porque realmente lo creen, otros por miedo a que puedan suceder.
Si hace el amor un Viernes Santo, te quedarás pegado a la pareja; si te bañas en un río o playa en ese día te volverás un pez, si golpeas a un niño Jueves o Viernes Santo, la mano se te caerá y si te subes a un árbol te podrías convertir en mono.